viajamos al punto exacto de retorno
lo que ha de ser nos encara y asumimos que
todo y nada es una misma cosa
no un río o una montaña
sino un ojo que no distingue
el agua de la tierra
excepto para atravesarlas
cada una en su textura y grado
viajamos desde donde aún no hemos sido
atravesamos la luz como el tráfico
como si nada hubiera sido
exhaustos nos levantamos descansados
leves con el peso del trabajo terminado
a nuestra medida y sin recuerdos
regresamos cada noche al otro lado de la cinta
paseando nuestros ojos cerrados
ensoñando lo que puede y debe
repitiendo una y mil veces una palabra franca
pero dura y cortante como la paz o el cielo
nos sentamos sobre la verdad que hemos ocultado
porque su calor nos agarra al futuro que viene
y así seguimos la senda del guerrero
entre los dientes un cuchillo, flor en mano
bastón entre los dedos callosos pero blancos
nos alejamos de lo que no será de nuevo
hemos repuesto las piedras del camino
no hay rastro en nuestras manos del dolor
mientras callamos secretamente la alegría
de ver salir el sol y cabalgar despiertos
sobre el lomo blanco del dragón
Sem comentários:
Enviar um comentário