no empujar la puerta de las preguntas
cada paso cotidiano esconde una incógnita
disfrazada de pan blanco o café
no olvidar que detrás de cada mentira
respira una ecuación perfecta y rotunda
como un sol naciente y poblado
hoy trabajo porque soy libre
hoy me niego a seguir al otro rebaño
sólo porque no sigan al pastor
más bruto más alto
unos y otros caminan en distintos sentidos
y sin saberlo, en la misma dirección escondida
urden la tela del ensueño
que desemboca en el triste patio del vacío
hoy saltamos sobre la cuenta atrás
como si el futuro nos quemara las plantas de los pies
y nadie ni nada detiene esta máquina del tiempo
estos relojes trucados, este destino cierto
algunos eligen ser ovejas negras
y por el camino olvidan que también ellas
pueden formar rebaños
y ser amigas de los centinelas
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