cada ventana es una puerta abierta a lo que seremos.
no te cuelgues en el alféizar, ni te alejes de la brisa que entra.
mirar y no mirar es esconderse de lo nuevo:
cierra los ojos a lo que sabes,
tiembla los labios a lo que sientes.
hay un aire que te canta cosas que aún no son.
duerme. duerme.
acuna las verdades que crecen en tus alas.
sube, baja, juega, anda.
pero ante todo
aún cuando duermes
mantén tu dedo
aunque sea el meñique
en la ventana
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